He de declarar que soy un médico reprimido, televisivo. Me fascinan esas afecciones autoinmunes. Porfiria, Huntington, Amiloidosis, Lupus. Todo esto me lo da House a pares y además tenemos la sabiduria impertinente de Grégory, la piedad de Cámeron, el equilibrio de Cuddie, la normalidad inteligente de Wilson. Toda esta perfección me parecería ridícula si no fuera por la crítica velada al sistema de salud de los Estadounidenses.