Me considero un fan de John Travolta, pero no soy de esos que se ciegan sin motivos y justifican todo. Si hace un bodrio se dice y no pasa nada. El género de acción ha estado siempre entre mis favoritos en cuanto a la carrera del actor se refiere, pero el producto en cuestión no da para más.

Si digo que la trama está trillada, me quedaría muy corto, no trillada, sino lo siguiente. Este tipo de historias la habremos visto mil y una vez y cada vez se molestan menos en buscarle algo original a su puesta en escena. Y para colmo aquí la hacen rápida y muy cutre. Me imagino que por ello Rebecca de Mornay habrá cobrado 50€ y soy generoso, desaprovechar un papel así es para hacérselo mirar.

En fin, que el arranque no prometía mucho, más bien poco, pero el desarrollo continúa con la misma penosa calidad, y en lugar de encontrarnos la típica venganza de la cual disfrutamos, vamos encontrando tantas cosas incoherentes como ridículas. Ese regreso a la violencia, lo habremos visto mil veces o quizás más y ya la escena de rompo la pared con el brazo es para mear y no echar gota. Si le sumamos un colega de barbería, que no lo es y que está más pendiente a montar un chiste que a lo que estamos, menos me lo trago. Y para rematar la faena, nos muestra a una hija que pasa de todo lo que le rodea, no pregunta nada sobre los nuevos cambios de su padre y no solo no pega en la historia, sino lo más triste, no aporta nada, vamos, que si hubiesen optado por quitar el personaje de la hija, nadie lo echaría en falta.

Espero no encontrarme nada igual en la carrera de Travolta en los próximos años.