Los violentos años veinte cumple dos propósitos interesantes bajo mi punto de vista, y en los dos cumple con notable éxito. Por una parte como entretenimiento para los espectadores, y en un segundo logro, como documental histórico en esa época en el país del Tío Sam.

La historia es la de tres compañeros de guerra que regresan a casa una vez acabado el conflicto bélico. Allí veremos que casi en un fiel reflejo de la llegada de Vietnam, los soldados no son tan bien recibidos como se pensaba en un principio. Y a muchos les cuesta incluso encontrar un simple trabajo. Aquí es cuando Eddie Bartlett entra en acción y aprovechando la situación del país respecto al consumo del alcohol y todos los chanchullos, no solo entra en contacto con gente poderosa, sino que poco a poco va escalando hasta ser el que esté situado en la cima. Alcohol, armas, locales ilegales. Todo para aumentar la cuenta corriente. Con el tiempo se asociará con George Hally y el negocio irá en aumento. Sin embargo, su vida sentimental no va creciendo en proporción a su poder, ya que Jean Sherman a la cual ayuda a hacerse una cantante importante, no está enamorada de él, sino de su abogado y compañero en la guerra Lloyd Hart. Estos viendo la situación peligrosa de esta vida, deciden apartarse y formarse como pareja. Mientras el país entra en la famosa depresión del año 1929 y muchos lo pierden todo. Eddie entre ellos. Se ve metido en el alcohol y sin ganas de luchar por nada. Pero de repente la vida del hombre de " su chica amada " corre peligro, y será una ocasión perfecta para demostrar que aún puede hacer algo importante por ella y darle un significado a su vida.

Magníficamente dirigida, con sus pausas para explicar en cada momento, la situación no solo del país, sino de los diferentes personajes de la trama. Veremos como el recién nacido negocio del alcohol ilegal, va creciendo a grandes zancadas, provocando la creación de bandas delictivas para hacerse con el poder, y las consiguientes peleas con armas entre ellos. La metralleta se pone de moda entre dicho conflicto, siendo lo habitual el asesinato en la calle o en locales frecuentados por gente normal. El país entra en un aire peligroso y poco recomendable.

Las actuaciones son sublimes, me han encantado en especial James Cagney, Gladys George y Frank McHugh. Recomendadísima película del crimen organizado.