Un año antes de la oscarizada Las uvas de la ira, ya se habían unido el trío Ford-Fonda-Carradine para traernos parte de la historia de Estados Unidos, cuando los colonos luchaban por hacerse con parte del territorio.

El dúo protagonista anda a sus anchas en esta historia americana, desde un principio el clima es muy claro, una pareja se une en matrimonio y lo que toca, ser felices y poblar el mundo. Pero todo se va nublando negativamente cuando las guerras internas comienzan a aparecer. Ya no sólo debes preocuparte de los ingleses, sino de sus peligrosos aliados, los indios, quienes como antaño los vikingos, no se conforman con robar y saquear, sino que destruyen todo aquello que se van encontrando a su paso. Es aquí donde destaca el temperamento del personaje de Henry Fonda, quien se verá en la duda de escoger un sitio tranquilo para vivir o luchar poniendo su vida en juego, por establecerse en el sitio que realmente le apetece.

No es una peli de aventuras, pero tiene más acción de la que al menos yo esperaba. Ford tiene ese talento para saber contar historias y acercarnos a los protagonistas, para que los sintamos como parte de nosotros. Muy entretenida.