Para empezar, cualquier película de Liam Neeson, va a caer sí o sí y punto. me encanta este actor desde que lo vi allá por 1990 haciendo del vengador Darkman. Y lo que ha crecido casi 30 años después. El título del film le viene como anillo al dedo y es algo que me gusta mucho, porque en realidad los acontecimientos que nos contarán, se desarrollan durante casi una única noche.

El argumento es muy atractivo desde su comienzo, Jimmy Conlon trabaja para Shawn, hombre igual de peligroso que poderoso. El hijo de Jimmy no pertenece a ese mundo oscuro, es más, Mike no mantiene ningún tipo de relación con su padre, se limita a su familia y a su trabajo, conducir limusinas. Una noche durante un servicio, lleva a dos clientes a una casa y durante la espera, ve salir huyendo a uno de ellos y detrás a Danny, el hijo de Shawn, quien mata al perseguido, al reconocerlo, sale huyendo, no piensa avisar a la policia. La ropa sucia se lava en casa. Shawn habla con Jimmy para que su hijo no vaya a la policía, pero Danny se presenta en su casa con intenciones diferentes al acuerdo de ambos padres y es cuando Jimmy mata al hijo de su mentor, desencadenando una ola de violencia difícil de superar. Pero esto hará que Mike tenga que confiar ciegamente en su padre, si quiere mantener con vida a su familia y a él mismo.

El reparto es genial, aunque jamás me convencerá Ed Harris ejerciendo de malo. Me ha gustado mucho Joel Kinnaman, lo sigo desde la serie The Killing. Aunque tiene un papel secundario, siempre se agradece la presencia de Vincent D'Onofrio (Daredevil), también Bruce McGill (Rizzoli & Isles).

Una gran película de acción con gran parte de thriller, muy entretenida y recomendable.