En cuanto al cine, estoy completamente convencido que a veces es mejor no tocar nada y guardar el recuerdo de antaño. Recuerdo el año 1986 o 1987 e ir al videoclub con mi hermano un viernes por la tarde-noche y entre otras pues alquilamos Cobra, el brazo fuerte de la ley. Recordemos que era la época dorada del cine de acción y en especial de unos cuantos actores que lo ocupaban todo, entre ellos Sylvester Stallone.

La recordaba muy entretenida, con tensión y con dosis de pánico en especial en las apariciones del actor Brian Thompson. También un look cojonudo en todo lo que rodeaba a Marion Cobretti y como no, a su esposa en aquel momento, la monumental Brigitte Nielsen.

Ahora cogería al guionista y le estaría dando palos hasta que acabe el corona virus, que desperdicio de película, no se sostiene en ningún momento, ni con el argumento, ni con el guión, ni con el reparto. Es mala de narices. Hasta la propuesta es difícil de digerir. Se la pueden ahorrar salvo que seas seguidor incondicional de Stallone.