Uno de los grandes recuerdos de mi niñez y de los cuales guardo ratos entrañables son aquellos en los cuales me sentaba con mi abuelo materno a ver películas del oeste como él las llamaba. Creo que de ahí nace mi gran afición por este género. A pesar de que la mayoría de ellas se rigen al parecer por el mismo guión, hay algunas que escapan de esa red y nos muestran algo diferente, que no con ello mejor.

Filón de plata la podría clasificar en ese grupo de western. Es bastante atípica desde sus minutos iniciales. Pero nos deja un mensaje para reflexionar. Hoy día dicen muchos que la justicia es ciega, otros que si hay justicia...si tienes dinero. La idea principal de la historia es la falta de medios para demostrar cosas. Un grupo de hombres comandados por un agente de la ley llegan al pueblo para llevarse a un hombre que está a punto de celebrar su boda, acusándolo de homicidio y robo. Todo esto llevará a un lío espantoso en mismo día del 4 de julio. Palabras que se las lleva el viento, documentos imposibles de comprobar si son reales o no. Mentiras e historias imposibles de creer. Todo esto harán que un ciudadano ejemplar y respetado pase a ser el objetivo número uno del resto de habitantes del pueblo para que la soga rodee su cuello. Mientras este, tratará por todos los medios de ganar tiempo para demostrar su inocencia. Pero es algo más peligroso de lo que parece porque este hombre sabe manejar muy bien un revólver pero teme volver a hacerlo.

Hoy día con los medios que tenemos en pleno siglo XXI, el caso quedaría solucionado en el mismo día. Prueba de ADN, pólvora en las manos, una llamada, un mail, un fax y todo encaminado. Antes todo dependía del telégrafo y si este se averiaba, estabas con las manos atadas e incomunicado con el resto del mundo. No perdáis de vista esta idea mientras veis la película.

Hay cosas muy rebuscadas como la escena con el shérif y uno de los hombres del agente de la ley en el granero, los dos únicos testigos del hecho y fallecen, pero lo perdonamos porque son daños colaterales para mostrarnos lo que llegaría más tarde.

Buen western, entretenido a pesar de que la acción más bien brille por su ausencia en su mayoría.