Hubo una vez hace muchos años, un actor comediante de color llamado Rafael Padilla y conocido como Monsieur Chocolate, quien se convirtió en el primer actor de color en triunfar en la Francia de la época. Pues bien, sabiendo eso, también hay que decir que Roschdy Zem pretende darnos gato por liebre, porque lo que cuenta aquí tiene tantas diferencias con lo que pasó en la realidad, pero tantas, tantas, que sería un insulto al espectador intentar colocar la película como una biografía del cómico.

¿Significa eso que no debemos perder el tiempo? Para nada. Es más, me atrevería decir que la mayoría de los espectadores que la verán, ni siquiera perderán cinco minutos en hacer la comprobación, con lo cual no sólo no se darán cuenta de la alteración del contenido, sino que saldrán creyendo a pies juntillas que eso precisamente fue lo que ocurrió.

Salvando lo obvio, me parece una película bien construida, donde se nos presentan los personajes desde la base y los vamos conociendo a lo largo de la trama, como fueron progresando hasta convertirse en una pareja famosa en el París del momento. Algo que funciona a la perfección y que convierte a la película en algo muy interesante es la química que existe entre el dúo protagonista, la fusión es perfecta entre Omar Sy y James Thiérrée. Y lo digo tanto en la parte cómica, como en la dramática. Sé que mucha gente suele buscar las películas de Omar Sy para buscar pasar un rato entretenido y divertido y sacarse unas risas, pero aquí nos encontramos delante de un pedazo de actor que muchas veces se esconde detrás de una cortina de humo del humor, pero que puede desarrollar cualquier tipo de personajes.

A los que crecimos viendo a los payasos de la tele y que nos quedábamos con la boca abierta cuando veíamos el circo por la tele, será una forma de transportarnos a nuestra niñez y disfrutar del maravilloso mundo del circo. No se la pierdan.