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España España · Madrid
Voto de Kurtz:
4
Acción. Thriller Arthur Bishop (Jason Statham) es un asesino profesional de élite, con un estricto código y un talento único para eliminar limpiamente a sus víctimas. La muerte de su amigo y mentor Harry (Donald Sutherland) le obligará a replantearse sus métodos, sobre todo cuando Steve (Ben Foster), el hijo de Harry, le pida ayuda para saciar su sed de venganza. Bishop empieza a entrenar a Steve y a enseñarle sus letales técnicas, pero las mentiras y ... [+]
17 de julio de 2011
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de tener un ya-lo-ví. Estoy tirado en el sofá viendo The Mechanic y al cabo de un rato largo me doy cuenta de que esta historia ya me la han contado. Pasa muchas veces. Hay remakes que se anuncian como remakes (i.e. El planeta de los Simios, Superman, Las Diabólicas), quizá porque es imposible ocultarlo o porque el original tiene mucho gancho, y remakes que van de tapadillo, sólo los descubres cuando te lees la letra pequeña o cuando te pasa lo que me acaba de pasar a mí: que estás viendo la peli y de pronto te das cuenta. Metería en este saco, Ransom y Payback de Mel Gibson, Invasión (que es la tercera versión de Invasion of the Body Snatchers'), The Tourist o dentro del mismo género que The Mechanic, también con Statham, Death Race. Vale, The Mechanic no iba de tapadillo, sencillamente no venía en los créditos ni en la publicidad. En realidad el título de la película original es el mismo, The Mechanic (Michael Winner, 1972), y los personajes también mantienen sus nombres, Arthur Bishop (Charles Bronson, Jason Statham) y Steve McKenna (Jan-Michael Vincent, Ben Foster).

Por desgracia no ofrece nada nuevo. Otra vez vemos a Jason Statham en el papel de todas sus últimas películas. Que cualquiera podría decirme “pero bueno, ¿qué esperabas?, esto es cine de género”. Ya, vale, pero Crank me pareció novedosa y divertida, una película de acción que llevaba la violencia y el papel de tío-duro-mega-cool hasta el límite. La primera de Transporter fue el comienzo, y al menos introducía una cara nueva, un actor mejor que la media en este tipo de producciones, persecuciones de infarto con coches europeos en calles europeas, un secundario de lujo, François Berléand, y cierto sentido del humor fresco y bien llevado. Pero ya ni nos acordamos del personaje con el que conocimos a Jason Statham en la refrescante Lock & Stock con la que nos sorprendió Guy Ritchie a finales de los 90. Comedia, ritmo, situaciones, diálogos ágiles y divertidos. Todos esos registros han sido sacrificados para que tengamos a un nuevo Chuck Norris, a un nuevo Steven Seagal o a un nuevo Bruce Willis. Totalmente prescindible.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kurtz
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