Después de algunos problemas creativos que retrasaron su estreno por más de un año y medio, llega la segunda entrega de Pixar en 2015 y aunque no alcanza los momentos de grandeza y profundidad de ‘Intensa-mente’, también estrenada este año, ‘Un gran dinosaurio’ es un decente producto Pixar.

La historia plantea que hubiese pasado si el meteorito que impactó en la Tierra, con la posterior consecuencia de la extinción de los dinosaurios, se hubiera desviado en su trayectoria y seguido de largo.

El protagonista es un pequeño dinosaurio que no ha crecido lo suficiente, por lo que siempre se queda rezagado en las labores de la granja de su familia, sin lograr el reconocimiento de parte de sus padres quienes le ponen como gran tarea el parar a un animal que les roba el alimento, que no es otro que un pequeño ser humano.

La aparición del niño, quien permanece en estado primitivo y salvaje a diferencia de los dinosaurios que se los presenta más evolucionados y son los que llevan la voz, provocará diversos accidentes que alejarán de casa a Arlo, el pequeño dinosaurio, quien tendrá que volver con la ayuda del pequeño Spot, quien se convertirá en una especie de mascota.

Lo más sobresaliente de este nuevo producto Pixar es el alto nivel del detalle de la animación, logrando momentos donde los paisajes, los ríos y todo lo que aparece a cuadro da una gran sensación de realidad, pero se queda corta a nivel historia y narración.

Así, lo visualmente poderoso no se sostiene ante una historia si bien muy divertida y llevadera, es escasa en cuanto a la complejidad a la que Pixar nos tiene acostumbrados, pero que igual logra un filme que roba algunas sonrisas y que sin duda gustará mucho al público más pequeño.

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