Una nueva película con Amy Shumer contando con el regreso de Goldie Hawn al cine tras 15 años de su última película, y dirigidas por Jonathan Levine parecía prometer una buena comedia, que finalmente no fue.

La historia de ‘Snatched’ es la de Emily (Schumer), una mujer que, tras ser dejada por su novio, un músico en pleno ascenso que no está dispuesto a tener una relación con alguien con una vida estancada, debe enfrentar su nueva soledad con un viaje vacacional a Ecuador originalmente planeado para la pareja y que no es reembolsable.

Emily visita a su madre (Goldie Hawn) y tras descubrir que ninguna de sus amigas quiere acompañarle, se decide a que sea su madre quien viaje con ella, por lo que parten a unas vacaciones en las que habrán de vivir algunas experiencias que reforzará su lazo familiar.

La película tiene un buen arranque, con el humor disparatado de Amy Schumer, y sus buenas interacciones junto a Goldie Hawn y son precisamente ellas quienes sostienen el interés en el relato conforme este avanza y de a poco desbarranca.

Lo que se supone debería ser la parte más divertida, al momento en que son secuestradas e intentan huir, se convierte en un caos narrativo carente de buenas ideas y poca gracia, apenas salvado por algún apunte de las protagonistas, en un relato que pierde el rumbo por completo.

Todo el último tramo se convierte en un desastre donde la ausencia de humor hace pesado y aburrido un filme que, además, no cuenta con ideas originales para ubicar la trama en un país latinoamericano, recurriendo a lo más fácil y obvio para retratarlo, y haciendo uso y abuso de todos los lugares comunes respecto al tema.


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