Luego de sorprender al mundo con la gran ‘District 9’ y después de decepcionar un poco con ‘Elysium’, regresa el sudafricano Neil Blomkamp con ‘Chappie’, una historia que sabe mezclar la comedia, la ciencia ficción, el suspenso y la acción.

La historia sucede, al igual que ‘District 9’, en Johannesburgo en un desolado y no muy lejano futuro, donde una importante escalada de violencia llevó a tomar la decisión de implementar agentes de policía robotizados, los cuales han sido creados por el muy joven Deon Wilson (Dev Patel), el cual sueña con poder dotar de sentimientos y conciencia a sus robots.

Deon consigue crear la inteligencia artificial y ante el rechazo de su jefa (Sigourney Weaver) para probarlo, decide robar un androide ya descartado por múltiples daños, y cuando se dirigía a su casa es sorprendido por una banda de malhechores que buscaban una forma para desactivar los robot policías para cometer un robo, obligan a Deon les reprograme el androide para que cometa delitos por ellos, pero en su lugar tienen a un robot dotado de sensibilidad y con gran capacidad de aprendizaje, al que nombrarán ‘Chappie’.

Blomkamp continúa explorando los mismos temas de su filmografía pasada, siempre en un futuro poco alentador y de regreso al lugar que mejor conoce en el mundo, y ahora tomando como base un tema que ha sido ya revisado por directores como Steven Spielberg o incluso Paul Verhoeven.

Contando con Hugh Jackman en el rol del villano y rival de Deon, y con los integrantes del grupo sudafricano Die Antwoord, Yo-Landi y Ninja, como los malhechores que formarán la disfuncional familia de Chappie, la película de Blomkamp funciona en cada uno de los géneros que recorre, que va desde un sensible cuento cuasi infantil hasta un final apoteósico lleno de violencia y sangre.

Y es que a pesar de su aparente banalidad, ‘Chappie’ no se conforma en ser sólo un divertimento o en mostrar su discurso socio político, sino que temas como la mortalidad y la trascendencia post mortem aparecen pero sin subrayados ni grandilocuencias y si con mucha emotividad, en un filme que se merece mucha más atención de la que ha captado hasta ahora, y que demuestra que Neill Blomkamp está listo para retomar la saga de Alien.