Pretendidamente incorrecta, la comedia de Philippe de Chauveron se convirtió en uno de los más grandes éxitos de taquilla en Francia en los últimos años, acumulando más de 12 millones de espectadores.

Se trata de la historia de la familia Vernuil, los padres Claude y Marie, muy católicos y tradicionalistas, sufren porque tres de sus hijas se han casado con tres tipos representantes de diferentes minorías, un musulmán, un judío y un chino, por lo que la convivencia se torna algo complicada.

Su gran “esperanza” es su hija menor, de quien espera se case con un chico francés católico, pero todo se vuelve un caos cuando ella anuncia que contraerá matrimonio con un chico si, católico, pero negro e hijo de un ex reacio militar cuya familia vive en Costa de Marfil.

Lo que empieza como una interesante mirada a una situación muy real y actual de Francia, un país multirracial a consecuencia de las migraciones sobre todo de Asia y África, se convierte apenas en una colección de malos chistes desde una maliciosa mirada llena de prejuicios, lugares comunes y cierta mala leche.

Y es que no sólo los personajes de los yernos están así trazados, sino que además los padres tienen esa misma mirada hacia el diferente, escondida bajo una disimulada inocencia provinciana.

Así la comedia en apariencia inofensiva, pero llena de comentarios mal intencionados y xenofóbicos, se pierde en sus malsanas intenciones, sin dejar de mencionar que apenas llega a ser una comedia bastante convencional desde su puesta en escena.