Asistí al estreno de esta película en España en los lejanos años Setenta, y quedé cautivado. Era un niño, claro. Ahora, vista con los ojos del adulto, me ha defraudado notablemente, a pesar de contar con un elenco de grandes actores, y gozar del aire setentero de aquellas super-producciones. Las escenas de combate son muy pobres, y se basan únicamente en intercalar imágenes reales; de hecho en algún momento aparecen pilotos de Douglas Dauntless americanos, a los que derriban, y en el siguiente fotograma es un Grumman F4F WildCat el avión que cae. Cuando tienes ocho años no te das cuenta de estas cosas, pero ahora sí. Lo cierto es que en aquellos años esta película y Galactica (que en realidad era el episodio piloto de una serie, y que en España se estrenó en cines), fueron promocionadas con el Tremendo sonido Sensurround, una eclosión sonora con varios altavoces en las salas de cine, lo cual parecía aún darle más notoriedad a la cinta, y que en realidad no tiene.