Un presidiario vengativo se escapa de la policía para demostrarle a la manida ciudad de Nueva York que es inocente a través de un alfeizar de una ventana de un altísimo edificio. ¿Cómo lo hace? Con ayuda de su hermano y de la novia de éste, la cual hace un medio desnudo con bikini (había que llamar la atención de alguna manera con el trailer).

La historia, en realidad, promete, aunque la película deja mucho que desear. Todo es demasiado previsible: típica mujer policía negociadora que tiene depresión y todo el cuerpo se ríe de ella, un malo más que malo con cara de malo, con un diamante, el amigo fiel, hermano estúpido y dosis de humor en muy pequeñas cantidades.
¿Entretiene? Sí. ¿Cansa? También. Tuve que mirar el reloj un par de veces a lo largo de todo el filme.

Em conclusión es una película más para ver, pero que la olvidas en cuanto apagas el DVD y ni te molestas en recomendarla.