Un capítulo de la serie británica Doctor Who, una de las más longevas de la historia.
Como episodio es un rompecabezas y por supuesto tiene muchas cualidades, esta muy bien montado, sus imágenes y música enlazan perfectamente y es muy disfrutable, pero para captar todo lo que nos presentan, es imprescindible en mi opinión haber visto parte sustancial de la serie y conocer sus entresijos, solo así se puede apreciar totalmente lo que nos muestran.

Ya que esta vez el magnífico guion de Moffat, cuya etapa ha sido álgida y llena de talento en la serie, nos deja solo a nuestro doctor. No tiene Tardis, ni acompañantes, nada excepto a si mismo y nos sumergimos en el funcionamiento de su mente.

Un ideal magnífico, el de alguien que ha vivido muchas vidas, ha visto lo peor y lo mejor de la condición humana, y siempre sigue luchando, pase lo que pase, con su dudas, su sufrimiento, su perseverancia, interpretado con brillantez por Peter Capaldi.

Personalmente el mejor capítulo de Doctor Who, su exponente de mayor calidad, el más inteligente, el más épico.