Esta película de principios de los años 90 intenta llevar al cine la historia del anime Dragon Ball, más concretamente una de las primeras películas, “La leyenda del dragón Shenron” que toma como fuente principal.
El único detalle es que intenta adaptarla con un presupuesto ridiculo y sin haber podido permitirse comprar los derechos de autor por lo que casi todos los nombres están cambiados.

Casi cada aspecto de la película es absurdo a más no poder, aunque en realidad intenta ser fiel a la historia, y tiene el honor de ser mejor que una película con más de cien millones de presupuesto, “Dragon Ball Evolution”, ya que aunque el grado de cutrez y bizarrismo de esta obra es enorme, consigue sacar carcajadas, involuntarias claro.

Si se es fan del manga o el anime que adapta, y se tiene un gusto afinado por el cine de serie Z y cutre a más no poder, puede ser una de esas para ver con amigos, apreciar sus momentos descacharrantes y reírse un rato.