Cinta con mucha personalidad ochentera de corte juvenil y ecologista en la que el auténtico protagonista de la historia es el chimpancé, bien secundado por Matthew Broderick y Helen Hunt.
Con una historia sencilla y emotiva y un buen mensaje de fondo, es una película familiar para todos los públicos con suficientes momentos simpáticos y entrañables para despertar interés. Un tipo de cinta que ya nos se hace de este modo y que resulta interesante rescatar.