No voy a hacer un resumen del argumento. No. Mi objetivo con esta crítica es otro. Y paso directamente a él.

En un momento de la película, el personaje que interpreta Allen está acostado en un sofá, grabando unas notas para un posible cuento corto. En ellas, éste enumera las razones por las que vivir, las cuales me sirven a mi para hacer un repaso a todos los motivos por los que hay que ver "Manhattan":

- Groucho Marx: El sarcasmo alleniano está presente durante todo el film.
- Jimmy Connors: El tenis parece una válvula de escape en aquella jungla de asfalto llena de problemas (al igual que en Annie Hall).
- Segundo Movimiento de la Sinfonía de Júpiter: Mozart se salva, gracias a la intercesión de Isaak (Alllen), de la criba de artistas sobrevalorados de Mary (Keaton), con la que muestra los pocos pelos en la lengua que tiene su personaje.
- Louis Armstrong y su "Potato head blues": El jazz, leitmotiv de sus bandas sonoras.
- La educación sentimental de Flaubert: Solo uno de los ejemplos de los diálogos (pseudo)intelectualoides que inundan el film que, aun siendo o no una crítica o autocrítica, son delirantes (quien vea esto como un fallo, que se abstenga de ver "Midnight in Paris", por poner un ejemplo reciente).
- Marlon Brando: El estudio de arte dramático juega un papel importante en la vida sentimental del personaje de Allen en esta película.
- Frank Sinatra: Conquistador nato, algo de lo que se jacta en un momento de la película el gran Isaak.
- Las peras y manzanas de Cézanne: Los museos de Nueva York -y su arquitectura en general- se convierten en otro más de los protagonistas de "Manhattan".
- Los mariscos de no-sé-donde: También podríamos decir lo mismo de los restaurantes.
...