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España España · Santa Cruz de Tenerife
Voto de Ozymandias_Iskander:
9
Animación. Fantástico. Aventuras. Comedia Riley es una chica que disfruta o padece toda clase de sentimientos. Aunque su vida ha estado marcada por la Alegría, también se ve afectada por otro tipo de emociones. Lo que Riley no entiende muy bien es por qué motivo tiene que existir la Tristeza en su vida. Una serie de acontecimientos hacen que Alegría y Tristeza se mezclen en una peligrosa aventura que dará un vuelco al mundo de Riley. (FILMAFFINITY)
23 de julio de 2015
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cómo te sientes?

Suena a frase simple ¿eh? A veces, nos la dicen y respondemos con el primer pensamiento que nos pasa por la cabeza, por ese tren que nos atropella y nos obliga a farfullar: “bien”. Y, quizás, por dentro estamos rotos. En otras ocasiones, contestamos con sinceridad y la sinceridad puede doler. O puede hacernos reír. O sentir ira. O asco. O miedo. O todo eso a la vez.Los sentimientos son extraños, pero nos hacen humanos y es de agradecer que Pixar haya conseguido con Inside Out (Del revés) hacernos sentir algo muy importante: la maravilla por el cine de calidad.

Inside Out nace de una premisa que puede considerarse original (aunque ya se ha visto en otras obras), pero Pixar logra que el espectador se involucre rápidamente en la historia de Riley, una niña de once años que está a punto de descubrir cómo el mundo cambia cuando se muda de Minnesota a San Francisco y cómo los sentimientos de su alma (Ira, Asco, Miedo…) luchan por hallar algo de sentido, sobre todo, Alegría (esa jefa algo egoísta y siempre sonriente) y Tristeza (esa torpe melancólica que necesitamos de vez en cuando). De esta forma, empezamos un viaje con Riley en busca de qué debe hacer en una tarea muy dura que es crecer, pero también emprendemos la travesía de Alegría y Tristeza para volver al panel de mando donde poner algo de “orden” por así decirlo a las ideas de la pequeña antes de que cometa un posible error.

Como habrán apreciado, Inside Out es una fábula y demuestra que los sentimientos se necesitan mutuamente para que podamos vivir y seguir en ese proceso que es madurar (lo suficiente como para no estar verdes ni tanto como para pudrirnos) y crecer, incluso cuando podemos estar a punto de caer en el camino del Holden Caulfield. Por ese sendero, tenemos mucha sátira y bromas, además de emoción y tristeza, pero a este servidor le parece que abunda la nostalgia por el tiempo ya vivido y por esa mezcla de sentimientos que colma el corazón de Riley (toda una heroína…, como cualquiera de nosotros, qué fácil es empatizar con ella) y el del espectador.

Y Pete Docter (Up, Monstruos S.A.) y Ronaldo del Carmen (La misión especial de Dug), los dos directores de la cinta, consiguen una película que formará parte destacada de la historia del cine… ¡Y de qué manera! Si en otras películas de Pixar podíamos notar cierta bicefalia en sus tramas (Up es una gran cinta, pero a veces le cuesta encajar la parte más adulta con la menos), en Inside Out todo funciona a todos los niveles para que el espectador más joven pueda apreciar el film, pero también el más adulto que asista a la sesión. El niño aprenderá un camino que seguir, el mayor lo recordará y…, bueno, ¿por qué no iba a aprender?

Hoy, que las salas de cine se revientan con decadentes minioxplotations y otros cementerios de neuronas prefabricados para vender figuritas sin ningún atisbo de reflexión, el que firma esta crítica (o sea, yo, permitan la tercera persona literaria… La emoción es lo que tiene) aprecia que Pixar lo haya vuelto a conseguir: darnos una gran película de animación que no haga sentir estúpido al respetable y que sí le haga sentir feliz, satisfecho y muchos sentimientos más. Eso es impagable.

Puede que algunos espectadores consideren que la parte de viajar entre las diferentes personalidades, caer en los viejos recuerdos y enfrentarse al derrumbe de uno mismo, sea caer en lugares comunes, en partes de cine de aventuras ya vistos, pero será el mismo público que no se dé cuenta de la moraleja de esta hermosa fábula, la riqueza de este universo que todos tenemos en nuestro interior (que queda abierto para futuribles -¿y posibles?- secuelas) y la grandeza de esta chica llamada Riley y las emociones que viajan por su cabeza. Y siento que Tristeza toma los mandos de control de mi cabeza cuando pienso en esta gente…

¿Y ven? Inside Out emociona. Vaya si emociona… Uno podría ver como una gran ironía que una cinta que fuese sobre las emociones o los sentimientos no conmoviese, pero visto lo visto en el cine actual (donde a veces se prefiere la explosión y el nulo desarrollo de personajes), no nos extrañaría. Sin embargo, hablamos de un estudio que ha conseguido con cintas como Toy Story 3 o WALL·E algo más que ser una marca de moda entre los nuevos hipsters, una especie de MAC de la animación (y sí, captamos el sarcasmo teniendo en cuenta lo que Steve Jobs hizo por Pixar), para ser más bien la demostración de que la industria animada nos puede entregar momentos estupendos como el nacimiento de Riley, el llanto en medio de clase, la muerte de un amigo olvidado y muchos ingredientes más que hacen que tenga que contenerme mientras aporreo este teclado.

Si a todo este mundo le añadimos una esfera que lo cargue, llamada “animación”, todo cobra un sentido aún mayor. La animación es capaz de crear un estilo para los seres “reales” como Riley, sus padres, su mundo…, y un estilo personal a la hora de crear a esa mezcla de peluches (o gominolas) que son las emociones. Gozamos como si Alegría nos cogiese de la mano, porque vemos a unos animadores que disfrutan con toda su alma de su trabajo y se dedican no solo a crear entornos ricos en matices y a personajes magistrales en su labor y efecto; sino también bromas cómplices como ese mundo de las ideas abstractas (¡excelente!), ese payaso diabólico o ese perro que…, vaya, véanla, por favor. Lo agradecerán.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ozymandias_Iskander
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