Diganme si esta película no es la mejor película de piratas del mundo... Todo es genial en esta película. Cada vez que veo a Johnny haciendo de pirata me parto de la risa porque es el prototipo de la sinverguenza y de la piratería. Sus gestos están para morirse. Cuando parece medio borracho (en realidad, todo el tiempo parece borracho), es expectacular. Este es un film del que nadie se puede perder porque la idea es muy buena. La ambientación y el vestuario ni hablar. Y aquí vuelvo a mencionar lo mucho que me gusta Keira Knightley. Pensar que cuando ella comenzó esta película sólo tenía diecisiete años... Interpretando a la señorita Swan no deja ninguna crita para ella. Orlando es pirata. Se le ve en los ojos. Se puede hacer el buenito con esa carita pero en realidad, todos sabemos que sólo nació para hacer este papel. En Troya está igual. Un poco más inocente, tal vez. Y usted... ¿qué espera? ¿No vio a los Piratas de Caribe? ¡Prenda la televisión que no se va adefraudar!