Haz click aquí para copiar la URL
Costa Rica Costa Rica · San José
Voto de wílliam venegas:
8
Drama Presionada por su madre, Karen, una adolescente, dio en adopción a su hija. Después de 37 años, Karen (Annette Bening) sigue lamentando la pérdida de su hija, pero encuentra a un hombre que está dispuesto a darle una familia y a aportar un poco de alegría a su vida. Por otra parte, están Elizabeth (Naomi Watts), una mujer adulta que tiene problemas que resolver, y Lucy (Kerry Washington) una mujer negra que quiere adoptar a un niño. (FILMAFFINITY) [+]
9 de marzo de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vida es femenina
Y el cine es humanismo
He aquí una película donde las imágenes revientan con notoria sensibilidad femenina, mérito cuando nos enteramos que está realizada por un hombre. Este es el colombiano Rodrigo García, quien se labra su nombre por sí solo con sus distintos largometrajes, pero de quien es necesario decir que es hijo del escritor Gabriel García Márquez. La película se titula Madre e hija (2009).
Rodrigo García alterna su residencia entre Estados Unidos y México y –de este periplo– viene su colaboración con el afamado director mexicano Alejandro González Iñárritu, quien se presenta como productor ejecutivo de Madre e hija. Este filme desarrolla una historia coral, manera para decir que se trata de historias distintas que, por su propia dinámica u origen, han de confluir entre sí de alguna forma.
Cada historia se centra en una mujer diferente y cada mujer le da apreciada fuerza a su respectiva fábula (por el carácter moralizante que hay en el filme). Esto se manifiesta así gracias a las buenas actuaciones de las tres intérpretes del caso (la película muestra muy buena dirección de actores). El drama conjuga la vida esas mujeres, aunque –por momentos– la fuerza dramática cede innecesariamente ante el melodrama.
Primero, tenemos a una madre de unos 50 años (la actriz Annette Bening), quien tuvo una niña a los 14, que le fue quitada y dada en adopción (esta parte se relata con buen manejo de la elipsis narrativa). Luego se nos presenta a la hija (Naomi Watts), con 35 años, abogada, quien enfrenta la vida con mucho cinismo ante las ausencias vitales que sufre. Tercero, está una mujer afroamericana (Kerry Washington), quien quiere adoptar una niña.
Madre e hija esculca en las historias de esas tres mujeres y, poco a poco, vamos entendiendo cuáles son las circunstancias que las convierten en una sola historia, siempre con el dominio de las constantes femeninas entre madres e hijas que, igual, llegan a ser entre abuelas y nietas.
Rodrigo García logra, al final, convertir lo coral en una sola tensión y sentimos que la naturaleza humana se ennoblece por el carácter umbilical de la vida con respecto a la mujer. Es una moraleja digna. A la vez, se trata de un filme capaz de hacernos creer en la redención personal. Las buenas actuaciones tienen mucho que ver con este énfasis. Uno sale satisfecho de la sala: no es una obra de arte, pero es cine contado con mucha humanidad.
wílliam venegas
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow