Teniendo entre otros trasfondos el poder de la comunicación y libertad de prensa, la fluida narrativa del guión también co-escrito por Paul Greengrass, logran que la película mantenga una equilibrada secuencia estilo episodios, donde cada día ambientado representa una aventura diferente que no necesariamente dependen entre sí.

A parte del sobresaliente trabajo en la parte técnica, puesta en escena y caracterizaciones, la película maneja con sutileza el trasfondo político que significó la transición post-guerra civil. Los aún renuentes ciudadanos de Carolina del Sur no aceptaban la nueva realidad de una nación gestada por las fuerzas de los Estados Confederados de América, los que bajo la decisión del presidente Abraham Lincoln luchaban principalmente para erradicar la esclavitud.

Pese a su calidad, no es el trabajo más sobresaliente de Tom Hanks, pero su presencia en escena pesa más en el público que lo predecible que suele tornarse la trama por momentos. Tampoco es el trabajo de mayor impacto en la filmografía de su director Paul Greengrass, pero pese a su duración más larga de lo necesario, esta película posee todos los niveles de calidad para destacarse entre el promedio y no quedar en el olvido en poco tiempo.

Francisco Maldonado: MúsicaCineTV