Me parece increible que estando la madre en coma sea tan importante encontrar a su ex-amante. El protagonista es un hijo de p que ha pasado de su mujer y sus hijas (aun estando forrado ha priorizado el trabajo a la familia, o sea se ha dado el gusto de estar a lo suyo pasando de sus seres queridos) pero al parecer es tan sensible que quiere darle al ex amante de su mujer la oportunidad de despedirse. A cualquiera se le ocurre que si el amante quisiera a la protagonista en coma, ya sabría lo del accidente (se hubiera preocupado al no tener noticias durante tiempo, digo yo, si es que el accidente no ha salido en las noticias) y no necesitaría de aviso alguno para ir a despedirse, que no se por qué es cosa que le importe al marido, estando ella inconsciente. Pero es tan moderno ir a la búsqueda con la propia hija...
Vale que no se pasen el día llorando sobre la pobre madre encamada, pero es que no le hacen ni caso, la tienen como si fuera un mueble el 90% del tiempo. Eso sí, luego se despiden de uno en uno a solas, no sea que el espectador sea testigo bien de algún afecto físico bien de que le hagan una pedorreta final, porque las dos cosas pueden caber.
Que tengan conversaciones familiares graves delante de extraños es bastante raro, pero que las tengan delante del friki amigo de la hija es inverosímil.
Igualmente increíble me parece que los herederos de las tierras acepten de buen grado todos a una no venderlas, pues es muy improbable que decenas de primos estén igualmente forrados o sean tan desprendidos o estén seducidos por George Clooney. Cualquiera sabe los líos que ocasiona una herencia de un piso de 90m2.
En fin, lo dicho, que todo vale. Pero para mí es una de esas pelis para pasar el rato viéndola un domingo de sobremesa en la tele. Y eso sólo porque ver las playas de Hawái y tal es relajante.