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Voto de Nick Churris:
8
Drama Maria Enders (Binoche), 20 años después de hacerse una actriz famosa por su interpretación de Sigrid, el personaje que fascinó a Helena y la llevó al suicidio, deberá decidir si, ahora que se encuentra en la cima de su carrera profesional, quiere volver a aceptar un papel en la obra de teatro reinterpretada por un nuevo director, esta vez interpretando a Helena. (FILMAFFINITY)
23 de julio de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Dime, hombre, enigmático, ¿a quién amas tú más? ¿A tu padre, a tu madre, a tu hermana, a tu hermano.?
-Yo no tengo ni padre, ni madre, ni hermana, ni hermano.
-¿A tus amigos?
-Os servís de una palabra cuyo sentido desconozco hasta hoy.
-¿A tu patria?
-Ignoro bajo qué latitud está situada.
-¿La belleza?
-De buena gana la amaría, diosa e inmortal.
-¿El oro?
-Lo odio, como vosotros odiáis a Dios.
¿Pues qué es lo que amas, extraordinario extranjero?
-¡Amo las nubes. . ., las nubes que pasan... allá lejos... las maravillosas nubes!”
(Baudelaire)
Por asuntos relacionados con el cardio, no había ido al cine desde hacía tres meses, pero la reentré ha valido la pena .El título original de la película es Clouds of Sils María. Es lo que se aceptaría en principio como una “película de mujeres”. Y lo es. Y esta vez no es un tópico ni una machistada al uso. Asayas demuestra que su interno femenino es de consideración. No es la primera vez que lo demuestra. Pero también es una cinta bella y reflexiva. Y es sin estridencia una lección de dirección de actrices, si actrices. Porque a los hombres los dirige menos como dándoles un papel secundario cuando no interesadamente malvados.
De lo negativo del film; seguramente un poco moñas en algunos momentos. La entrada con calzador de la mujer del escritor novel. Las excursiones. Se nota que los autores no son aficionados al treeking. Quizá una excesiva prevención en la exposición de los sentimientos de los protagonistas…. Asayas es intelectualmente “frio” Pero tiene muchos puntos no ya buenos, incluso mejores, interesantes:
Un sutil como sutil es la película homenaje a Eva al desnudo.
Sils María fue una especie de sanatorio mental de Nietzsche donde el “medico de los nervios” que dicen en la Mancha intentó recuperarlo. Y el legado en algunos aspectos de la reflexión cinematográfica se nota.
La moda, pero en este caso con fundamento del uso de la humanidad ausente.
El papel de la ayudante que maneja los asuntos de la diva… y ¿algunas cosas más ?. La gran actriz solapa el tramo interior de su vida con el exterior. Binoche explicita muy bien ese dilema de la mujer madura entre familia y realización personal. Binoche unas veces con risa y otras con cierta amargura sabe que hay que vivir otras cosas. Arrepentirse al final de no haber vivido es morir con antelación, o no, o ¿las motivaciones religiosas, familiares o simplemente el “dar que decir” son lo suficientemente fuertes para condicionar la cultura de la mujer madura actual?.Claro que estas mujeres de ahora ni siquiera se plantean escoger el amor por encima de las “obligaciones”.
El director relata con tino y sin excesos la situación dialéctica y de poder que se establece entre la gran actriz y su ayudante y entre estas y la joven estrella emergente y reptilinea como las nubes pero dominando sin deshilacharse y perderse como aquellas, y la forma difusa del reflejo de la otroriedad,. Que buen director para una película sobre el paletismo nacionalista y su falsa superioridad sobre el otro.
Me gustó mucho como Asayas no abusa del cine dentro del cine. Esa tentación de revisitar a Truffaut .
Y un memorable pre-epílogo. Esa cara de Binoche (no es spoiler Señor Moderador) pensando que nos dijeron que no queríamos aceptarlo. El paso del tiempo no lo aceptamos. Como nos cuesta tanto aceptar el final de un amor. Esa expresión de la actriz francesa con una semi-sonrisa que llena la pantalla. Un “lo acepto” que en la comisura de sus labios va pasando de la tristeza a la amargura y que conecta con el principio de la historia y su reencuentro con el que pudo ser, seguramente, su gran amor. Las mujeres quieren a los hombres. Pero se enamoran de los demonios.
Y Handel que bien traído el Ombra mai fu (Largo de Xerxes). Y Pachelbel en el último tercio. Queremos tanto a Palchelbel. El Canon secuencia voces. Asayas secuencia tres voces. Da igual en el maravilloso sonido de las modernas salas que en los músicos ambulantes de la calle Preciados y enviándolo hacia esos ojos bonicos mirando la chimenea.
Lo mejor; la coherencia del guión. La estructura dramática excepto algún fleco de relleno. La secuencia a punto de pasarse a cursi de las nubes entrando en el valle y la elipsis o metáfora o como quieran llamarle los modernos, y sobre todo el descubrimiento de la vampira Stewar.
Lo peor. Algún modo de autosatisfacción cinéfila del director. La moralina del discurso sobre la seño del escritor y el dramatismo añadido.
Y mirar al espejo y poner la cara de Binoche para declarar “Lo acepto”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Nick Churris
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