Es cuestionable que esta película sea una obra maestra, o "sólo" un 9, quizá un 8 o un 7.

Se puede cuestionar que el guión sea complaciente, falto de crítica y autocrítica. Que sea algo demasiado dulce.

Se puede también decir que ni actores ni director estuvieron en su mejor momento, que tuvieron obras mejores.

Se puede decir lo que se quiera sobre esta película. Por poder, se puede decir que es lamentable, que es malísima, que es aburrida, que le das mala crítica porque alguno de sus participantes te cae mal. También puedes decir que la banda sonora es absoluta basura, porque alguien, por opinar, porque hablar es gratis, puede opinar lo que quiera.

Sólo concibo dos posbilidades para pensar de este modo: una infinita ignorancia y falta de gusto (algo mucho más objetivo de lo que la canalla no ya esté dispuesta a admitir, sino pueda conocer) y dos, un exceso de gafapastismo, de intelectualismo barato, que por pretensión "guaysta" quiere destrozar lo que queda muy por encima de sus posibilidades de crítica y de raciocinio.

Desde mi punto de vista esta magna obra habla por sí sola desde el minuto uno, tratando de forma cadenciosa, serena, sin estridencias, sin bajadas ni subidas un argumento que estimo muchísimo más difícil de llevar a buen puerto que lo que los que dicen que está hecha para ganar Oscars pueden comprender. Ahí radica precisamente su magnificencia: en su total ausencia de resortes pobres, en la calma e infinita belleza con que transcribe las palabras de la escritora en una obra única y acabada, redonda. Transmite las sensaciones y vivencias de un ser humano, o personaje, que para el caso tanto da, de forma irrepetible, personal, transferible (para quien quiera ver, escuchar, vivir) pero no traducible.

Qué pena me dan los que no pueden verlo así, vivirlo así.

Pollack realiza con artificio de auténtico artesano una OBRA, UNA OBRA DE ARTE; capacidad más difícil y escasa de lo que parece a primera vista, y es que la naturaleza de la obra de arte es ser una, bella incluso en sus aspectos más terribles, verídica... es armonía.

Esta película siempre viene en mi mente unida a Bailando con Lobos, quizá por la cercanía en el tiempo, quizá por la banda sonora similar del mismo autor. No sabría decir cuál es mejor, más bella, más evocadora, más melancólica... y cual de ellas me deja durante una semana o más hecho mierda de forma más profunda. Tampoco sabría decir cuál de ambas bandas sonoras es mejor.

Sólo recomendaría a quien quiera disfrutar del arte, o tenga la capacidad necesaria para ello, que se siente con tiempo suficiente y sin prisas a ver esta obra maestra, y al hacerlo sentirá cómo el arte alimenta el espíritu, cómo hace ganar tiempo, no perderlo, y cómo cambia la vida. Y como las grandes obras, lo hace en cada visionado. Más vale intentarlo, porque ya nos se hacen películas así.

PD: Cuando alguien entra a Filmaffinity a darle a películas como ésta un 1, un 2... para empezar no sé ni para qué se molesta en escribir. Pero es que a gente así habría que mandarla al colegio otra vez, a que los alfabeticen. Que hoy día estas cosas ya no se pueden arreglar a palos.