El título de la crítica es el resumen perfecto de la sexta entrega de Harry Potter. Cuando la ví por primera vez hacía ya tiempo, no me acordaba de casi nada, lo único que conseguí recordar es que me aburrí. Años después me ví la saga entera de nuevo y efectivamente, el misterio del príncipe es aburrida, pero no quiero decir que no me gustara. Pese a ser aburrida, la historia es interesante, los efectos especiales son muy buenos, la música también y el elenco de actores es el mismo que las anteriores con un nuevo personaje además, el profesor de pociones, (buen personaje por cierto). Pero este nuevo director, que empezó a dirigir estas películas apartir de la quinta entrega, parece apasionarle las historias de amor adolescentes que, si dijeramos que lo hace interesante y con gusto, sería positivo. Pero como lo hace de la manera menos creíble, con situaciones estúpidas, y que encima, después de media película así, te das cuenta que era totalmente innecesario y que se le dio a esto más importancia que a la historia principal... Por cierto, Yates, si no sabes mezclar lo oscuro con lo cómico, te recomiendo que te vayas a Disney Channel y hagas tu próxima película allí, porque... manda tela.