No tengo nada personal en contra de Cruise; de hecho, me ha encantado en muchos papeles: "Magnolia", "Nacido el 4 de Julio", "La tapadera", "Rain Man", etc. Pero en esta ocasión está muy, pero que muy discretito. La relación con su hijo me deja frío.

Los efectos especiales son buenos, no podemos negarlo, pero el diseño de los extraterrestres, de la mano de la compañía de Stan Winston, se acerca bastante a lo que yo entiendo por ridículo. Cuando en el sótano aparecieron ésos de una sola pierna, me entró la risa (en el libro más bien los describe como pulpos, pero aquí son lo más parecido que he visto a una Alien Reina coja; de todas formas, teniendo en cuenta que se han tomado todas las libertades que han querido, ¿por qué no inventar un tipo de "bicho" más inquietante?); por no hablar de esas "cestitas de la compra" que llevan los trípodes, o de la forma en que bajan a los vehículos enterrados (¿os acordáis de "Golpe en la pequeña China"?, pues igualito que Thunder).
Tengo algunas preguntas más que seguro que sonrojarían a Spielberg si se las hiciera a la cara: ¿por qué Cruise, siendo siempre el último en empezar a correr, es siempre el primero en escapar? (recordemos que tras la primera aparición de un trípode hay un ridículo "travelling digital" que le sigue mientras todo explota a su alrededor; o ésa en lo alto de una loma, cuando se acaba de despedir de su hijo, en la que es capaz de escapar de los trípodes ¡con la niña a cuestas! –y gracias al tramposo montaje en el que, de un plano a otro, la han bajado como por arte de magia–; o la del ferry, en la que es capaz de nadar hasta la orilla ¡con la niña a cuestas –otra vez–!); ¿por qué al principio nos desintegran y luego nos recolectan? ("¿cómo una raza tan avanzada puede ser tan tonta?", pregunto); ¿cómo es que no se mosquea esa especie de ojo explorador, o el que lo esté manejando, con tanto ruido en el sótano? ("¿cómo una raza tan avanzada puede ser tan tonta?", vuelvo a preguntar); etc., etc., etc.