Guión malo y facilón, fallido como homenaje a Capra y con un final edulcorado muy empalagoso. Y, sin embargo, ofrece bastantes chistes buenos, la mitad de ellos destrozados por un Jim Carrey despistado que no ha sabido elegir el registro adecuado. No es la primera vez que se equivoca, no suele darse cuenta de que sus muecas sólo pegan con los personajes disparatados, como lo fueron La Máscara o Ace Ventura. No sé por qué me da que sólo saben controlarle los directores con un buen par de pelotas como para enfrentarse a productores y al mismo actor.

Soy de ésos a los que no molesta demasiado la sobreactuación (siempre que sea en comedia), ni tampoco le tengo especial manía a Jim Carrey –me ha gustado como Truman, como Andy Kaufman y como los dos personajes citados arriba–, pero sí me parece que aquí se ha pasado un poquito.
No es que Morgan Freeman lo haga mal, es que su personaje es una mierda ya desde el guión.