Es imprescindible, pero no estoy diciendo nada nuevo (¿queda alguien por verla?). Sin lugar a dudas, es una de las películas más entretenidas de la historia. El guión es asombrosamente ágil, la estética colorida es de lo más acertada y los actores, perfectos. No puedo dejar de verla cada poco tiempo: me alegra el día.

De momento, la tengo en dos de mis listas personalizadas: en la de mejores finales sorpresa (no podría entender que alguien no la incluyera en la suya) y en la de mejores bandas sonoras recopilatorias (ídem de lienzo).
Si algún día entre semana, a eso de las seis de la mañana, veis en el metro de Madrid a un chico trajeado, sin la corbata todavía pero aflojándose continuamente el incómodo cuello de la camisa, con la mirada perdida o con los párpados cerrados, con una cartera negra entra las piernas en cuya esquina inferior hay bordado en hilo blanco un "Singapore 2005", con unos auriculares blancos en los oídos encajados, que no para de marcar el ritmo con los pies y con las manos, ése seré yo, que llevo ya dos meses escuchando continuamente esta banda sonora durante mis trayectos en transporte público.

PD: Si me lo permitís y os gusta este tipo de películas con estafadores de por medio, os recomiendo que veáis la argentina "Nueve Reinas", un homenaje interesantísimo a este clásico.