Una estupenda fábula ecologista, con mensaje de superación incluido, que brilla a gran altura gracias a la eficaz dirección del viejo zorro de Miller que incluye momentos realmente sobrecogedores (el puesto ballenero abandonado, la aparición de la maquina excavadora) con otros de una acción asombrosamente coreografiada (la persecución de la foca, el primer baño de los pingüinos) y momentos realmente hermosos. Ritmo impecable, gran banda sonora para una película digna ganadora de la mejor cinta de animación del 2006 pese a lo cual suele estar bastante subvalorada.