La película empieza siendo un "film noire" al uso, con sus policías esforzados y valientes, sus tiroteos, sus problemas entre jefes y subordinados, y su triángulo amoroso correspondiente; incluso hay ambiente de boxeo, pues los polis -dos, como Rómulo y Remo- son púgiles reconvertidos que han vendido las glorias del cuadrilatero por el plato de lentejas de un empleo público. La ambientación es primorosa y llena de claroscuros, como corresponde. Hay algo morboso en el ambiente que va mostrando la patita lentamente, un mal insano que no se nos muestra hasta el final. La película se ve con interés. Quizás resulte una amalgama demasiado heterogénea y un tanto confusa. A veces parece un film hecho con retales de generos diversos, ya policial, ya cine gótico, ya terror puro. Con todo, incita a un segundo visionado. Seguramente se apreciarían mejor muchos detalles del argumento.