Se podrían decir muchas cosas (malas) de esta especie de estampa burda del lado "cani" de la realidad, pero si hubiera que resumir en un solo verbo, éste sería "aburrimiento". Pedos, mierda, insultos bordes, aventuras por los barrios bajos; nada consigue despertar la más mínima sonrisa. Si acaso la risa nerviosa de la estupefacción. ¿Cómo es posible que algo así se presente a los Goya? Todo es desorden y desconcierto (los planos, los episodios), la interpretación es una colección de gestos y rictus desaforados, los personajes son puro tópico. Y sobre la presunta vertiente "sociológica", creo que es una filfa; no hay emoción, ni sensación de realidad, todo se queda en mascarada.