Tres años después de "Kundun" y uno antes de la infravalorada "Gangs of New York", Scorsese - después de Kubrick el cineasta más incisivo que jamás pobló la tierra - llevó a la gran pantalla la novela del médico Joseph Connelly, pionero en las técnicas de primeros auxilios, conocidos en terminología anglosajona como Paramedics...

Con la colaboración en las lides de guionista de Paul Schrader, son evidentes las similitudes de fondo y forma de esta cinta con "Crash" así como con las obras del propio Scorsese; "Jo, que noche" y "Taxi driver"...

Un particular descenso de nuestro protagonista, Frank Pierce (Nicholas Cage muy en la honda de "Leaving las Vegas") por los infiernos de la mala conciencia..., con multitud de espíritus errantes dispuestos a recordarle sus demonios interiores...el sentimiento de culpa expiatorio, la autoflagelación cristiana...la frágil moral del ser humano mortal...

Frases como "...hay que mantener el curpo asistido hasta que el cerebro y el corazón puedan funcionar por sí solos..." son repetidos de manera reiterada por una sociedad inoculada de vanos prejuicios que en determinadas circunstancias llevan paradójicamente a un proceso de autodestrucción ilógico...distracción-destrucción que derivaría en el anarquismo y el nihilsmo...

Mucho antes de que Eastwood nos hablara en su maravillosa y "sencilla" obra maestra "Million Dollar Baby" de estos temas, Scorsese pasó de puntillas con esta notable obra de comienzos del milenio...

Si bien es cierto que la cinta no tiene la brillantez innata de obras como "Taxi driver", "Malas Calles", "Casino" o "Toro salvaje"...lo cierto es que la película al menos te hace pensar sin pretensiones de ningún tipo...

Scorsese simplemente gira su prodigiosa cámara a lo largo de su idolatrada ciudad de NY... y los espíritus de la conciencia afloran...resucitando a los muertos...

Narrada en la ciudad de NY, a comienzos de los 90´s...en los sórdidos ambientes de la calle 49...donde los espíritus errantes se agolpan y se revelan contra los cuerpos que yacen en deshonrosos lugares...entre frascos de la muerte roja, suerte de caballo con aminoácidos... entre soluciones de narcán, placas eléctricas y R.C.P para aliviar el dolor de una vida que se escapa a borbotones..."boca a boca" en los últimos estertores de la vida que ya sabe a vómitos de yonqui y polvos de canalla...entre cafés, whiskies y expresos portorriqueños...en deprimentes hospitales atestados de espíritus prestos a salir...ambulancias impacientes en la inmensidad de una noche llena de negro presagio...hartos de ser sólo un pañuelo de lágrimas y no una solución definitiva...

...Mientras, uno recuerda el sensacional "T.B Sheets" de Van Morrison repiquetear con eco en nuestra aletargada conciencia, justo cuando se da el inicio de una de esas noches de las que hablábamos....

N O T A B L E.