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España España · Madrid
Voto de luison:
7
Drama Curtis LaForche (Michael Shannon) vive en un pequeño pueblo de Ohio con su mujer (Jessica Chastain) y su hija, una niña sorda de seis años. Un día, empieza a sufrir alucinaciones apocalípticas en forma de sueños. Sin saber si sus pesadillas son fruto de una enfermedad mental o verdaderas premoniciones, Curtis se esconde en su seguro refugio antitornados para afrontar una eventual tormenta apocalíptica. (FILMAFFINITY)
12 de octubre de 2012
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El director y guionista Jeff Nichols apuesta por otra película enmarcada en el cine independiente americano, que se coló en los premios de importantes festivales con un drama psicológico interpretado por Michael Shannon.

La película aborda el tema de la incomunicación, especialmente en la sociedad actual. De ahí que no sea casualidad que la hija del matrimonio protagonista sea sorda. Y lo hace a través de una historia en donde el padre de familia tiene que distinguir si sus ideas apocalípticas sobre el fin del mundo debido a una gran tormenta son reales o, por el contrario, son mero fruto de su imaginación. De esta premisa, el director se sirve de los profundos miedos del protagonista (y del propio espectador) para reflejar esa falta de conexión entre marido y mujer, resueltos de manera magistral en la escena de la mesa de la cocina.

Pero también podemos encontrar temas tan actuales como la crisis económica o la falta de confianza en momentos delicados de nuestro día a día. Sin embargo, a la película le sobra metraje. Además, su principal fallo consiste en que, a mitad del film, uno no sabe por dónde quiere ir el director, hacia dónde va a encaminar la historia. Por eso, el espectador observa desorientado cómo el personaje lucha por saber quién es realmente, pero en ningún momento es capaz de dilucidar qué camino puede siquiera escoger.

No obstante, la película tiene dos momentos sublimes, y son los verdaderos artífices de que el film posea ese “algo más”. Uno es la escena que refleja la incomprensión que ofrece la gente hacia Curtis. Una escena brutal, donde podemos contemplar casi por primera vez el apoyo que su mujer le da, y que plasma perfectamente la situación de un hombre totalmente desnortado. La segunda también es de una bellísma factura. Acompañada por la sugerente música de David Wingo, es una magnífica secuencia sobre cómo solucionar el problema. Sobrecogedora, pero optimista: refleja a la perfección ese proyecto común que es la familia, condensado en la frase que dice la madre: “Si lo hago yo, no somos un nosotros”.

La pareja Michael Shannon-Jessica Chastain realiza un trabajo prodigioso, especialmente el primero, que le otorga al personaje ese rostro y esa angustia capaces de torturar a la persona menos obsesiva. Lástima que la escena final sea tan confusa y ambivalente, porque da la sensación de que ni el propio director sabe qué final darle, y el resultado acaba siendo una película sin definición, que no se declina ni por una parte ni por la otra, de la que no sabes muy bien cómo digerirla.
luison
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