Jean Claude Van Damme. Lo admito, soy un fan de este tío. Me encantan sus películas aun sabiendo que la gran mayoría no son (ejem) excesivamente buenas. Soy el primero que se parte de la risa con doble impacto, cuando el malo empieza a tirarle cubos al Van Damme y el otro le pega patadas a cámara lenta. Soy el primero en reconocer que en Street fighter estaba para matarlo y el discursito ese que pega es para partirse el culo. Pero siempre le he tenido un especial cariño a sus fantasmadas y poseo todas sus películas.
Todos sabrán que su vida no ha sido precisamente un camino de rosas y si bien alguno no lo sabía aquí está esta película para mostrárselo. Jean Claude aquí hace su mejor papel, demuestra que puede cambiar de registros fácilmente, que sabe hablar y coño ¡que no es tonto! A destacar en esta película la soberbia dirección de Mabrouk El Mechri, con unos planazos de cagarse y con una gran dirección de actores y además con una fotografía y montaje excepcionales. Sigo en el spoiler por no jorobar a nadie la trama.