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Voto de Siempreasimetrico:
9
Romance Historia de amor entre un fotógrafo que está perdiendo la vista y una joven un poco desconectada de la sociedad qué trabaja narrando películas para ciegos. (FILMAFFINITY)
13 de junio de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Misako una joven apasionada por su trabajo ejerce audiodescripciones para expresar el contenido fílmico de las películas. Su narración, una voz en off, intenta representar el significado de las imágenes a un grupo de invidentes en el estudio previo a su estreno cinematográfico. Ella pone todo su empeño para encontrar en cada palabra y en cada frase la expresión exacta que permita visualizar los acontecimientos aunque los asistentes le hacen entender que lo verdaderamente importante son los sentimientos que transmiten los personajes y la emocionalidad que evocan las imágenes. Nakamori, un destacado fotógrafo que está perdiendo la vista y que se niega a aceptar la circunstancia final de no poder volver a hacer fotografías que es la única pasión en su vida, le hace a la joven una dura crítica sobre su labor, evidenciando que su falta de experiencia la limita para expresar las emociones de los personajes. A pesar de este hecho la joven descubre en la obra del fotógrafo esa parte de intensidad que refleja una instantánea y que consigue trasportarla a su pasado. Este es el comienzo de una película excelente en el que los dos personajes Misako y Nakamori se sumergen en el conocimiento invisible de los sentimientos y de cómo deben afrontarlos desde su mismo nacimiento interior.

Un mensaje imponente y toda una lección la que dan quienes realizan mentalmente un análisis visual de una película, una enseñanza que debería llevarnos a aprender a ver el cine más allá de lo que la imagen representa en la pantalla, entendiendo el contenido y el contexto, comprendiendo cada silencio y los sonidos que se producen, hasta alcanzar a través de la percepción la esencia fílmica con la que se escenifica cada secuencia. Una profunda exploración cinematográfica de lo que muchas veces se quiere hacer entender en pantalla sin mostrarlo.

El tratamiento visual del largometraje es en algunos, bastantes momentos, exquisito. El contraste de los tonos y la exhaustiva intensidad de luz cuando muestra los ojos de Misako, es de una belleza indescriptible, es el fiel reflejo de unos ojos que translucen resplandor a través de un fino matiz. Entre el contraste de las imágenes y la historia se tiene la sensación de estar viendo dos películas a la vez. Por un lado la historia de los dos personajes principales enfrentándose a sus interioridades y por otro la visualización de las distintas tonalidades y cómo influye la intensidad de color sobre las mismas dando lugar a unas imágenes propias de esa grandeza del ocaso de un atardecer cuando atónitos presenciamos su contemplación.

Una de las cosas más bellas que haya visto jamás en la historia de mi vida “en la pantalla” es el derroche de magnetismos que expresan los ojos de la actriz Ayame Misaki.
Destacar también que una de las grandes maravillas de este mundo es el cine hecho en Asia, difícilmente se puede aprender más en menos tiempo.
Siempreasimetrico
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