Una película comprometida, honesta y desgarradora, a veces de forma demasiado literal para mi gusto.
Pero la historia no es como a mí me hubiera gustado y por eso el director no se ha contenido, porque la historia es como fue, negra… y por eso está (d)escrita así, por su contenido: en negro sobre blanco, y no al revés… ¿o sí? Puede que me esté confundiendo.

Ríos de tinta negra se han escrito con ella, y a pesar de su aparente superioridad sobre el papel, nunca supo el blanco ver que en ausencia del negro él no sería nada más que él; sino (un) sinsentido, como el que tanto negro ha vivido por culpa de un blanco superficial y con muy pocas luces, a pesar de (lo) que (se) presumía que era (por) la mayoría.
Pero al negro le iluminaba algo más potente: la razón… la razón de que el blanco se comportaba como un animal, peor del que, en su ignorancia, no sabía la mayoría del que (pro)venían: el primate.

Y (para) esto, no hay corazón (blanco ni negro) (que lo (re)mate).