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España España · TOLEDO
Voto de MAFALDA:
9
Drama Una poderosa historia de descubrimiento sexual e intelectual basada en acontecimientos reales a partir de la turbulenta relación entre el joven psiquiatra Carl Jung (Michael Fassbender), su mentor Sigmund Freud (Viggo Mortensen) y Sabina Spielrein (Keira Knightley). A este trío se añade Otto Gross (Vincent Cassel), un paciente libertino decidido a traspasar todos los límites. (FILMAFFINITY)
6 de diciembre de 2011
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película tiene como trasfondo la relación personal y epistolar que Freud y Jung mantuvieron a lo largo de su vida, desde sus comienzos hasta la ruptura total de la misma debida a diferencias intelectuales irreconciliables. Ser capaces de seguir la historia sin que el hecho de no entender algunos de los diálogos (por resultar excesivamente técnicos para los no versados en el tema, que somos muchos) nos lleve por el camino del aburrimiento, exige intentar comprender el concepto clave: PSICOANÁLISIS.

El psicoanálisis, o estudio del alma, busca revelar el inconsciente de los individuos para encontrar en él la respuesta a sus traumas e inhibiciones. Precisamente es en el acotamiento del concepto INCONSCIENTE donde radican las diferencias entre Freud y Jung: Para el primero, el inconsciente existía gracias a la conciencia y únicamente contenía lo que ésta reprimía, es decir, solo restos o desechos de la actividad consciente, siempre relacionados con el sexo. Sin embargo Jung veía el inconsciente como una potente fuerza creativa, totalmente independiente y autónoma, con capacidad para expresarse y desarrollarse sin que las acciones conscientes la delimiten o condicionen. Defendía que el origen de muchos de los trastornos mentales estaba fuera del individuo, por lo que estudio las conexiones de los mismos con la religión, la sociología y la antropología.

David Cronenberg nos presenta una película en la que se aleja de la violencia física protagonista de sus dos anteriores filmes, “Una historia de violencia” y “Promesas del Este”, para, recurriendo una vez más a Viggo Mortensen, contarnos una historia a la que algunos acusan de mostrar escenas plagadas de una sexualidad brutal y enfermiza que, parece ser, resultan difícil de contemplar para las mentes pacatas que por desgracia tanto abundan.

La historia de Jung y Sabina, que tiene algo de “Síndrome de Estocolmo”, es la de una curación mental y una mutua admiración intelectual. Una terapia en la que médico y paciente se dejan arrastrar por el descubrimiento de una sexualidad sin ningún tipo de represión, algo que, al tiempo que los libera y los ayuda a conocerse mejor, acaba separándolos.

La película contrapone a la perfección la relación asexuada, pulcra y ordenada, tan burguesa, que mantiene con su esposa, con la relación desbordada, intensa y perturbadora que mantiene con Sabina. Tanto Keira Knightley como Michael Fassbender realizan una interpretación soberbia, y logran crear un clima de tensión sexual que traspasa la pantalla. No por breve menos intenso, destaca el papel de Vincent Cassel, impecable personificación del libertino.

Después de ver la película he indagado algo sobre los tres personajes principales y me entristeció saber que Sabina Spielrein, que se convirtió en una reputada psicoanalista, fue fusilada en 1941, junto a sus hijas y cientos de hebreos más, en su ciudad natal Rostov, por las fuerzas nazis que ocuparon la Rusia de Stalin.
MAFALDA
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