Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Andrés González Schain :
10
Drama Juana de Arco, la Doncella de Orleáns (1412-1431), una joven profundamente religiosa, vivió durante la Guerra de los Cien Años, en la que se enfrentaban Francia e Inglaterra. Completamente convencida de que Dios le había encomendado la misión de expulsar a los ingleses y de salvar a Francia, va a ver al Delfín, el futuro Carlos VII, y consigue que le proporcione tropas para levantar el sitio de Orleáns. (FILMAFFINITY)
8 de enero de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran película que desde el principio deja en claro la justicia lenta de la Iglesia. Aunque las voces clamaban a gritos desde entonces, el "proceso de rehabilitación" duró desde que en 1431 fue condenada a la hoguera por hereje, bruja y loca hasta ser reconocida santa, heroína y vidente. Fue canonizada en 1920 y ahora es muy admirada.
Magníficas actuaciones de Ingrid Bergman y de José Ferrer, quien personifica al primero delfín (heredero al trono) y después al rey Carlos VII.
Santa Juana de Arco recibe las revelaciones del Arcángel San Miguel para ser la mujer que lidera una guerra de defensa justa. Ella es una prefiguración de "La Mujer", la Generala de los ejércitos celestiales en la Parusía, en la inminente segunda Venida de Cristo.
Santa Juana fue juzgada injustamente, engañada (nunca negó las revelaciones privadas para su misión), calumniada. Pero con mucha Fe fue valiente para pelear en esa guerra contra los enemigos, que eran los invasores ingleses y los borgoñeses, que eran traidores franceses aliados de ellos, provocadores de una guerra civil, en confusa mezcla, todo llamado la "Guerra de los 100 Años", en su etapa final.
El juicio injusto y la perfidia de muchos religiosos contra la mártir, nos remiten también a la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
La forma de narración dirigida por Víctor Fleming es clara en sus datos históricos fundamentales a buen ritmo con la música de Hugo Friedhofer.
La belleza de la protagonista y sus gestos femeninos están en equilibrio con su carácter fuerte y decidido, así como con su dulzura y devoción, y en su misericordia compasiva frente a las indeseables muertes en el campo de batalla. Es el prototipo de María y la Iglesia. Esto se nota también al comprender la falta de aptitud del rey, quien se dejó corromper por complicidad con sus consejeros, misterio de la voluntad de Dios de elegirlos como instrumentos humanos puntuales para, finalmente, resultar triunfante y enseñar algunas grandes verdades.
Matrimonio Andrés y Sol.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Andrés González Schain
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow