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Voto de Sandro Fiorito:
7
Comedia. Acción Un superpolicía londinense, de los que disparan a dos manos y saltan sobre el capó de los coches en marcha, es enviado a un pueblecito de la campiña inglesa que, en realidad, no es tan tranquilo como parece. (FILMAFFINITY)
4 de noviembre de 2010
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las promesas realizadas por el envoltorio y la crítica generalizada de “Hot Fuzz” se ven cumplidas al término del visionado de esta original, divertida, descarada, alocada y más que entretenida comedia del director Edgar Wright, quien después de su “Zombies Party” (2004), repite con dos de sus figuras protagonistas: el también co-guionista de esta historia Simon Pegg (“Big Nothing”, 2006) y el bueno de Nick Frost (“Radio encubierta”, 2009). Entre ambos dan lugar al nacimiento de una química que denota que su relación ya viene de atrás, combinando sus trabajos en esta película con una brillantez y una soltura que ayuda mucho a seguir con entusiasmo el argumento.

¿Qué razón podría existir para que uno de los mejores policías de Londres, más capacitado y preparado que ninguno, siempre entregado a su trabajo, con un historial de detenciones admirable y cientos de distinciones por sus empresas, sea trasladado a Sandford, un pequeño pueblo en el que nunca pasa nada? ¿Una pelea con un superior? ¿Una negligencia en su trabajo? ¿O quizá abuso de sus funciones? ¡Nada de eso! La razón es que el policía es tan, pero tan bueno, que sus 'mandamases' han valorado que “deja en mal lugar” a sus compañeros, por la increíble diferencia entre los susodichos y el mencionado protagonista. Así que la solución es quitárselo del medio y enviarlo a un lugar tranquilo, de esos en los que la máxima acción policial es una pintada en una fuente o un hombre-estatua que mendiga por los alrededores. Desde luego que enviar a un agente así a un lugar tan recóndito es todo un desperdicio para el cuerpo -perdón, servicio, que es como a él le gusta que se llame para evitar sexismo- de policía, pero también una sorpresa por parte del director de la cinta. Y es que Edgar Wright, con el agente ya situado en su nuevo destino, se permite recordarnos muchas e inolvidables películas de dispar calidad dentro de su filme, parodiando con gracia un montón de situaciones y haciendo por ello una cinta que a pesar de no salir nunca de su estatus de comedia, su segunda categoría es el multigénero, por la variedad de estilos que se cruzan en las historias de la llamada en España “Arma fatal” (otra rotura de neuronas por parte de los “ponetítulos” patrios).

Pero para llevar a cabo todas estas... locuras, sí, Angel necesita un compañero. Un agente que se adecue -o al menos, intente hacerlo- a sus exigencias. Alguien que, como él, sepa que “siempre está pasando algo”. Y ahí es donde entra en escena el preguntón Danny Butterman (Nick Frost), sediento de tiroteos y persecuciones y con un currículum muy diferente al del “superpoli”, en el que por ejemplo, podemos incluir su intensa videoteca de películas del estilo de “Bad Boys 2”, la única ventana que ha encontrado para vivir ese tipo de trances.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sandro Fiorito
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