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España España · málaga
Voto de nachete:
5
Terror. Ciencia ficción Año 2205. Los humanos han agotado todos los recursos naturales de la Tierra, pero han conseguido mantener vida en el planeta importando esencias vitales de otros planetas del espacio. Al mismo tiempo han descubierto que hay otros seres ahí fuera; el problema es que ellos ven a los humanos como sus propios recursos naturales... porque son vampiros. Un equipo tiene como misión impedir que estos alienígenas acaben con la raza humana. ... [+]
29 de agosto de 2007
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El primo tonto de Jake Gyllenhaal se embarca en una cruzada antivampiros (ahora los llaman burjis) a lo largo y ancho de la galaxia acompañado de una oriental marimacho, un cowboy subnormal y una vampira buenorra enfrentada a los de su propia condición, por eso de seguir las doctrinas del profeta Blade. El malo es un Michael Ironside de rebajas y sus secuaces una panda de tarados de muy variado pelaje: luciendo chupa de cuero y cadenas, con mascarita a lo Leatherface o en plan larva viscosa y parlanchina escapada de Slither. Todo adornado con accesorios de los chinos, gore malillo y efectos especiales de andar por casa. O sea, una puta mierda del tamaño de Mónaco. Por eso me da rabia que me lo haya pasado bien viéndola.

Puede que sea el calor, el recuerdo de la programación televisiva veraniega o el hecho de que siempre me ha hecho tilín la cosa espacial cuando se trata con ligereza y cachondeo, el caso es que Bloodsuckers me parece un disparate simpático y disfrutable. Algo así como la versión macarra y zopenca de Serenity, un puro tebeo de tercera (en espíritu y concepción) que sonroja y divierte a partes iguales. Porque hay que hacer un esfuerzo enorme para no soltar la carcajada ante sus numerosos diálogos chorra y sus idas de olla de guión. Además es frenética, ocasionalmente sorprendente y no se toma en serio a sí misma ni un sólo segundo. No sé, podré rellenar folios y folios anotando sus defectos, pero de haberme aburrido no podré acusarla jamás. Ya es más de lo que puede decir, por ejemplo, el vandarra de Riddick en sus crónicas espaciales.

Lo mejor: Natassia Malthe. ¿De dónde salió semejante monumento?
Lo peor: no sé si quedarme con la polla parlante, el fraude del sexo tántrico (¡lo queremos real!) o Michael Ironside firmando su acta de defunción artística.
nachete
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