Eso es lo que no dejaba de repetir cuando terminó. Me quedé pillada, atascada y muy confundida. Y tenía sueño…me quería ir a dormir, pero no podía acabar así de mal el día. Así que por culpa de esta porquería 23, tuve que ver otra.

Qué tremenda estupidez. Así que 14 + 3 + 6 son 23 ¡Oh! ¡Dios Santo! Y luego cuento los zapatos…que en realidad son 46, pero como eso no me cuadra pues los cuento por pares. Menuda tontería…es como si yo digo: “Tengo 10 tenedores y 12 cuchillos…y…mmm…un abre corchos. ¡Oh! ¡23! ¡Todo encaja!

¡Y por el amor de Dios! ¡Quién tiene esa cantidad de zapatos en su casa!

También aparece un perro en un cementerio…todo muy inquietante. La película va de misteriosa y no llega ni a curiosa, porque a mí todo me daba igual. Lo único que consiguió que prestase atención fueron los tatuajes de Jim Carrey…

¡Madre mía! ¡Qué es lo que veo! ¡3 mazorcas, 10 aceitunas, 9 espinacas y…una alcachofa! ¡Estoy maldita!



(Si alguna suma está mal no me lo toméis en cuenta que soy de letras)