Tras una larga planificación, James Cameron por fin hizo realidad llevar la obra de Yukito Kishiro al séptimo arte pero debido a su elección de estar frente al timón de la franquicia de Avatar, Robert Rodríguez toma las riendas de esta superproducción con Cameron y Jon Landau como productores de la misma.

Ambos responsables combinan sus directrices (Rodríguez su particular estilo de trasladar obras del lápiz y papel con bastante acierto (Sin City) junto con la gran capacidad de Cameron de redimensionar a proporciones gigantescas proyectos fílmicos con una buena carga sentimental de enseñanza) en una historia que bien podríamos tratar como una versión tecnoprogresista de Pinocho: Una protagonista recién traída a la vida que busca su lugar en el mundo mientras pasa por la transición que todo adolescente debe afrontar con sus cuestiones sobre que es lo correcto y lo que no. Esta película reúne la primera parte del manga con los inicios del personaje (búsqueda de identidad, incursiones como cazadora guerrera, Motorball y su primer amor: Hugo), un punto de partida al que se le brinda lo último en captura de movimientos y efectos especiales a cargo de WETA (veterano estudio cuyo trabajo ya se ha podido apreciar en films como Pacific Rim, Thor: Ragnarok o Blade Runner 2049) y un reparto con actores reconocidos como Christoph Waltz, Jeniffer Conelly, Mahershala Ali y en especial mención, Rosa Salazar que nos brinda una interpretación muy apreciable de la cíborg titular.

En definitiva, 'Alita: Ángel de combate' supone el primer golpe en el clavo con acierto de llevar a la gran pantalla anime en carne y hueso (muy por encima de pestiños como Ghost in the Shell: El alma de la máquina o Dragon Ball: Evolution); Tecnología, espectáculo y emoción se dan de la mano para ofrecernos un despliegue de entretenimiento sin freno que invita a disfrutar de toda su proyección hasta el fin.