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España España · Zaragoza
Voto de JVMarq:
8
Comedia. Drama Nick Naylor, jefe de prensa de una gran compañía de tabaco, dedica su vida a defender los derechos de los fumadores contra la cultura neopuritana dominante. Enfrentado a grupos de defensa de la salud y a un oportunista senador, Nick pasa a la ofensiva como relaciones públicas del consumo de cigarrillos, pero al mismo tiempo comienza a pensar en la imagen que está dando a su hijo pequeño Joey. (FILMAFFINITY)
24 de enero de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gracias por fumar es una propuesta chispeante, con un comienzo arrebatador, desde el primer momento en el que escuchamos al persuasivo Nick Naylor y su contundente discurso. Cierto es que esa contundencia es pura fachada, humo que se disipa a la misma velocidad que la que impone el ritmo de la cinta del joven Reitman.
Aaron Eckhart interpreta con soltura a un triunfador nato, un tipo capaz de venderte lo que sea con una licenciatura en meter caña y quedarse con los nombres, ¿el tío que se liga a cualquier chica? Ese es el, colocado de crack.

Las comparaciones suelen ser odiosas pero en la humilde opinión de un servidor, Gracias por fumar podría aguantar en el ring con cualquier comedia actual. Claro está, no es una comedia de carcajada limpia y continuada, pero es ingeniosa como una de Woody Allen sin ningún aire demasiado intelectual y sin ningún halo de pretenciosidad.

Es una película sencilla, y también compleja pero con humor, consistente en puñetazos en la mesa en forma de eléctricos diálogos y una voz en off que adereza con elegancia una historia casi tan adictiva como el producto que pone en liza.
Sin duda es hermanable con El señor de la guerra de Andrew Niccol. Principalmente por la manera de contar la vida, obra y milagros de dos personajes que pagan sus hipotecas y algo más gracias a unos negocios algo mal vistos, el precio de ser un anticristo. La diferencia principal que aprecio entre ambos es que ese señor de la guerra sabe convivir con ello sin tener remordimientos, y el señor de los cigarrillos, nuestro particular defensor de la libertad, se encuentra con un conflicto interior en muchos momentos.

Lo cierto es que se echa de menos más gente como este personaje, quizá algo menos canallas que nuestro amigo Nick, pero en definitiva defensores de principios, ideales y derechos, en momentos en los que un estado atraviesa momentos de flaqueza. Momentos en los que un gobierno sondea el nivel de sumisión del pueblo con leyes prohibicionistas, buscando así la utópica visión de un mundo bajo el control absolutista de un pensamiento único. Un mundo en el que no deben pensar, donde otros lo harán por nosotros y decidirán que es lo beneficioso o nocivo, lo que debemos y no debemos hacer.
Básicamente Gracias por fumar consigue remover en clave de humor la suciedad de una de tantas historias, de guerras ficticias entre bandos aparentemente enfrentados, que se benefician mutuamente. Una de tantas historias que vemos día tras día en los informativos.
Solo esperemos que nadie se tenga que lamentar en un futuro próximo que no hubiera habido un levantamiento social en el momento oportuno, y que se pase del típico perdónenme si me enciendo un cigarrillo, a un perdón por respirar.
Me estoy pasando, lo se....o puede que no tanto.
JVMarq
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