Un crítico en Filmaffinity a lo largo de su trayectoria filmaffitera recibe hostias por todos lados.
Hostias por faltar un acento.
Hostias por equivocarse en una palabra.
Hostias por emocionarse demasiado con una película.
Hostias por no emocionarse lo suficiente con una película.
Hostias por criticar duramente una película.
Hostias por decir que te has emocionado con una película.
Hostias por decir que has vomitado con una película.
Hostias por pedir que lean tu critica.
Hostias por pedir que fusilen a otros críticos.
Hostias por salirse por la tangente y contar tu vida y milagros.
Hostias por decir lo mismo que otros críticos sin aportar nada nuevo.
Hostias por envidia.
Hostias para que no te emociones y te bajes de la parra.
Hostias por convertirse en un fan boy o por no convertirse.
Hostias por que si. Hostias por que no.
Hostias para que no destaques.
Hostias por fusilamiento aleatorio.
Hostias para que destaques negativamente.
Hostias porque un monto de críticos han visto la película antes del estreno dejándote sin oportunidad de hacer algo decente.
Hostias por escribir ostias con h o cualquier otra chorrada.
Hostias por aburrimiento.
Total que al final un crítico de filmaffinity no puede evitar acabar con el tiempo algo perjudicado. Por todos ellos (incluido un servidor), luchadores de los duros, de los fuertes, no diré nada nuevo. Por todos los que tuvimos nuestras crítica exitosa, que fue valorada, pero que después de aquello caímos a los infiernos del ostracismo, del olvido.
Enorme Mickey Rourke. Se merece que le hagan un monumento, asi de claro y cristalino.
Grande Marisa Tomei. Me quedo con un personaje tan real como bien interpretado.
Darren Aronofsky un puto fenómeno al retratar esta historia, que como otros han remarcado tiene un hermanamiento con la gran película de John Huston, Fat City. Y porque no decirlo, también por controlar a esa bestia interpretativa llamada Mickey Rourke, obteniendo como resultado una película grandiosa, de quitarse el sombrero.