Haz click aquí para copiar la URL
España España · Zaragoza
Voto de JVMarq:
4
Romance. Comedia. Drama Finales de los años noventa. Jamie (Gyllenhaal) es un joven cuyo irresistible encanto funciona no sólo con las mujeres, sino también dentro del despiadado mundo de las ventas farmacéuticas. Un día, en una clínica, conoce a Maggie (Hathaway), una chica muy independiente que tiene la enfermedad de Parkinson. La atracción es mutua y da lugar a una relación amorosa. El film se basa en una historia real: la de Jamie Reidy, un vendedor de ... [+]
20 de enero de 2011
37 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando vas al cine sin ninguna película en el punto de mira y eligiendo una de la cartelera lanzando una moneda al aire, prácticamente a ciegas, lo normal es equivocarse o... llevarte una grata sorpresa. La película de Edward Zwick no es ni una cosa, ni la otra, ni frió, ni calor.
Amor y otras drogas ofrece poco amor pero mucho sexo, los personajes están entre sábanas la mayor parte del tiempo, lo cual agradará a los fans de ambos protagonistas. También ofrece drogas, de las legales y recetadas, las cuales solo son una excusa inicial para contar una historia de enamoramiento entre comillas, del que surge a base de roce, del frotamiento vertical y horizontal.

La película falla en ciertas partes, no engancha la trama, y a su vez el trabajo del personaje de Gyllenhaal empieza fuerte, pero acaba en un segundo plano demasiado rápido. Y como historia romántica al uso es aceptable pero nada nuevo o destacable de algún modo. La típica película para ir con tu pareja, sí, pero eso precisamente hace que tenga poca vida útil para cualquiera y la convierte en fácilmente olvidable.
La guinda la ponen diálogos con ínfulas de grandeza y personajes vistos mil veces. Ni hablemos de esa moda que lleva impuesta desde hace tiempo, con el típico compañero de piso tipo Notting Hill, con aires grotescos que deben provocar la carcajada del público, aquí en forma de hermano rechoncho de Jamie. O el imprescindible rol de chico gay tipo Mejor imposible, pero en esta ocasión convertido en un mero secundario de relleno, que pasa casi desapercibido.

Así pues, y visto que la película da lo justo para una sesión de arrumacos con la pareja, lo único que queda a lo que agarrarse son las actuaciones. Jake Gyllenhaal cumple con el trámite sin florituras, Anne Hathaway interpreta a una joven que padece parkinson y explota su vena dramática sin alardes. Los que lucen, no inesperadamente, son dos veteranos secundarios como Oliver Platt y Hank Azaria, que sin hacer tampoco nada del otro mundo, demuestran lo importante que es su labor y que sin estos, la sesión se habría hecho demasiado pesada.
JVMarq
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow