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España España · Zaragoza
Voto de JVMarq:
7
Drama En un elitista y estricto colegio privado de Nueva Inglaterra, un grupo de alumnos descubrirá la poesía, el significado del "carpe diem" -aprovechar el momento- y la importancia vital de luchar por alcanzar los sueños, gracias al Sr. Keating, un excéntrico profesor que despierta sus mentes por medio de métodos poco convencionales. (FILMAFFINITY)
11 de diciembre de 2010
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces ocurre que, viendo una película con grandes cualidades, a una edad temprana, no consigue llegarte de ninguna manera, ni transportarte a ninguna parte, ni emocionar, ni nada parecido. Después pasan los años, la vuelves a ver y de repente, es nueva. En ese momento todo lo que no había conseguido lograr transmitirte aquella película en el pasado, lo logra con creces. Es mi caso con esta y otras tantas películas.
Puede que fuera solo cosa de la edad, que pareciera los Goonies del intelectual o el club de los cinco que quedaría más adecuado. Puede que para entender ciertos comportamientos y posiciones que se establecen en el filme hay que tener cierta madurez. Puede que la palabra no sea entender sino más bien valorar y respetar estas actitudes, pues es una película que no se esconde para nadie que se acerque a ella.

Pero si es cierto que cuando hay películas que "descubres" pasados los años y no viste sus virtudes en su momento porque no prestaste atención o estabas a otras cosas en la vida, algo dentro, como si fuera una manta de culpabilidad y responsabilidad te cubre y te dice que esa película no te pertenece. Es así, El club de los poetas muertos no me pertenece.
Seguramente es la película de una joven generación de gente creativa y con talento, de vitalistas deseosos por conocer bosques metafóricos, y que ansían sentirse vivos antes que sea demasiado tarde. Ciertamente no es mi caso, pero aun no subiendome al carro, valoro este despertar que he tenido con este particular club.

Se decía en El cartero y Pablo Neruda que la poesía no es de quien la escribe, sino de quien la necesita. Este club de poetas no necesitan poesía, que también. Necesitan una figura que se erija como un consejero espiritual, un profeta que realmente pueda cambiar algo, un guru que mueva sus corazones y remueva sus inquietudes. Robin Williams se establece como ese maestro, el tipo de personaje que el actor encarna a la perfección.
Entre los jóvenes alumnos se encuentran Ethan Hawke y Robert Sean Leonard ya dando muestras de sus dotes interpretativas.
Mención especial a la dirección a cargo de Peter Weir, que logra mantener la atención en todo lo que acontece y que se encuentra a mitad de camino de las dos orillas o etapas de su cine.

En definitiva es una película representativa que habla de libertad, educación, de palabras huecas, deseos desenterrados, pasiones amordazadas, sentimientos encontrados, de revelación y rebelión.
JVMarq
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