Kate y Geoff una pareja de adultos mayores que están a punto de cumplir los 45 años de casados, 45 años, ¿Cuántas vidas caben en esos años?, ¿Cuántas “relaciones modernas” caben en ese tiempo?, lo digo por que estamos en la época precisa en donde las relaciones si es que las hay no duran mas de los doce meses a lo mucho, y aunque no se puede generalizar si es algo que se está convirtiendo en tendencia. Dentro de esa aura social el filme de Haigh (quién lo dirige brillantemente) es sobre una pareja que sabe que el amor como tal cosa es compartir, y que en ese compartir siempre se corre el riesgo de no saber a ciencia cierta quien es la persona que duerme con uno, que vive con uno que come con uno. Claro que aun en la mejores relaciones hay momentos difíciles, seria engañoso decir que todo siempre camina sobre las aguas calmas de la convivencia pasiva. Incluso en ese matrimonio ejemplar, todo se tambalea cuando el Geoff recibe la carta de que el cadáver de la primer mujer que amó por fin ha aparecido ( les tocara a ustedes ver el filme y ser testigos de ese subtexto) pero lo vital de esto que escribo y que si afecta literalmente la línea central del filme es que después de 45 años casado con la misma mujer, Geoff se da cuenta que el amor por aquella mujer lejana pudo no haber pasado, él es casi ejemplo de aquella frase de Borges “Si hay algo que no existe, es el olvido”. Claro en contra parte Kate (una maravillosa actuación de Rampling), entra en un debate racional de sentir que ella solo el clavo que saco otro clavo, que no fue suficiente todo lo que hizo para hacer olvidar una mujer de la cual conocía su existencia pero que ignoraba su importancia, y peor aún, saber que a pesar de tanto tiempo puede ser que su esposo amado no sea más que un desconocido. Y no les cuento más, por que sería echar a perder un filme con una elegancia calma, que sube en medio de los silencios y los rostros retenidos de insufribles secretos y apariencias que sostener. Así es el amor. un golpe siempre, que desbalanceo, que necesario, que vivo. Esto señores sin decir mucho más, y gracias a un gran trabajo de guion y dirección de Haigh es un peliculón.