Los Biopic son parte del cine desde siempre, en los últimos años conforme avanzamos en tecnología se han hecho más evidentes, también son un salvavidas a la escasa imaginación de guionistas y productoras, todos cumplen una tendencia particular y hasta podría decir con sus excepciones que todos se tramitan en un estilo narrativo parecido, a veces pasando de tercera a primera persona para dar más intimidad, Taylor ya me había convencido con su buen filme The Help, esta vez escoge dar vida en imagines a la vida del famoso James Brown, ¿Quién?, el padrino del soul…¿Quién?, puede persistir la duda, bueno aquella canción a ritmo de I Feel Good puede aclarar mas el asunto. Y eso que nos es su única canción de éxito, desarrollando una buena secuencia inicial nos metemos en los excesos del controvertido personaje, desde ahí para atrás hay muchos giros de tiempo, flash back que vienen y van, bien ejecutados si pero un poco cansones, por que el exceso del recurso cansa la historia, pero si hay excesos en las interpretaciones todo luce impecable, Wiseman se puede subir a la palestra a una nominación como mínimo a mejor actor principal, obviamente el filme es un viaje musical por los éxitos y los gustos del cantante, por sus excentricidades y ego manías, la factura técnica es correcta así como su abordaje artístico y hay un par de secuencias que de verdad destilan un drama humano impecable, obviamente la propuesta se beneficia de la música de Brown para hacer unas cuantas secuencias llenas de vistosidad y calidad musical. Un filme que parece repetido, pero que se salva por lo bien hecha que esta, lo mejor el trasfondo de esa relación Brown-Bird, eso le pone más sentimiento y sabor, esto sabe a talento y soul en su mayoría y en este caso eso funciona.